PASOS PARA UNA BUENA COCCIÓN
Paso 2
Hay que preparar una salmuera (agua con una cantidad de sal superior al 5%). Puede hacerse en un cuenco o bol amplio con dos litros de agua y 160 gramos de sal. Lo primero será verter el agua y la sal, moviéndolo enérgicamente para que la sal se disuelva en lo posible. Después se incorporan unos cubitos de hielo y se agitan en el agua para que se enfríe adecuadamente. Al poner las gambas cocidas en su interior, se frena de golpe su cocción y se consigue una carne tersa y brillante.
Paso 3
Para cocer las gambas o los langostinos hay que preparar una olla en la que se pondrá agua y sal. La cantidad de agua que se pondrá variará según la cantidad de marisco que se vaya a cocer, pero conviene que sea abundante, que el marisco quede holgado y totalmente cubierto por el agua cuando se cueza.
Paso 4
Esperar a que el agua con la sal hierva.
Una vez que rompa a hervir se introducen delicadamente los langostinos o las gambas en su interior. Al poner el marisco frío, el agua es posible que deje de hervir, entonces hay que
esperar que hierva de nuevo y dejarlos unos dos minutos solamente, aunque si las piezas de marisco son muy grandes necesitará otro par de minutos.
Paso 5
Cuando termine el tiempo de cocción, sacar rápidamente del agua y escurrir. Seguidamente los
ponemos en el bol que tenemos la salmuera helada. De esta manera, se frenará de golpe la cocción y quedarán unos langostinos jugosos con su sabor natural.
Paso 6
Después de unos minutos, que
se hayan enfriado bien, los ponernos a escurrir, quizás encima de papel de cocina absorbente y después los servimos, listos para comer! O los ponemos en la nevera dentro de un recipiente si queremos comerlos más tarde.
Por otro lado, cabe destacar que los langostinos son uno de los crustáceos más consumidos y su sabor impregna cientos de recetas de la gastronomía mundial. Pero los langostinos no solo están sabrosos, sino que son saludables.